Digamos que nuestro primer picnic fue bastante accidentado, pero a pesar de todo salió bastante bien. Para empezar, debido a una confusión de fechas, 2°B no llevó sus alimentos hasta el jueves, por lo cual llevamos a cabo la actividad en dos días; el miércoles fue necesario hacer el picnic dentro del salón, debido a la lluvia y al frío. Gracias a la emoción, supongo, varios niños no iban preparados con platos y cubiertos en ambos días, por lo cual tuvimos que improvisar para que nadie se quedara sin participar.
Sinceramente, a pesar de que los niños fueron los que sugirieron los alimentos que querían traer, en el caso de nuestro grupo verduras, yo temía que se fuera a sobrar mucho, ya que niños y verduras no siempre son compatibles jaja, pero lo cierto es que me lleve una gran sorpresa por que ocurrió todo lo contrario. Morgana por ejemplo, llevó jitomates sin cortar y no teníamos cuchillo, así que esperaba que se quedaran, pero a ellos poco les importó, porque cuando quise darme cuenta, ya la habían emprendido a mordida limpia con ellos. Moshe, por otro lado no se separó de la lechuga, mientras Erick animaba a todos a que probaran comer las papas poniéndoles limón (no dejo de insistirme hasta que vio que me las comí preparadas así), Gustavo estuvo atento todo el picnic a que sus compañeros se acabaron los pepinos con Tajín para después secuestrar el bote y tomarse todo el juguito, Eumir no dejo jitomate con cabeza y Leo me sorprendió comiendose más de 4 platos de calabacitas (quien las haya preparado le quedaron deliciosas, así que no lo culpo). Las niñas se comportaron más civilizadamente...hasta el jueves en que 2°B llevó la fruta. Había mucha más variedad y como nos había sobrado Tajín del día anterior, se dieron vuelo sirviéndose de todo. Hubo una mamita que envió plátanos con crema en vez de nada preparado como había sido la indicación, y por supuesto, fue lo primero que desapareció. Alguien más mandó melón chino, y no muchos niños lo conocen, así que la maestra Caro y yo empezamos comiéndolo nosotros y comentándolo con ellos: ¿Ya probaron el melón chino con chilito? Otro tanto tuve que ingeniar para que no se quedaran las guayabas, ya que casi nadie las había tocado. No tuve más que decir, "Oigan, ¿Sabían que comer guayabas da buena suerte?" (por favor papás, no lo vayan a desmentir jaja).
DÍA 1. VERDURAS
La lechuga es mía!!! Rechinando de limpios
El señor de los jitomates
DÍA 2. FRUTA
No dejaron nada de nada Las guayabas de la suerte
Me dio gusto ver que la actividad llamó la atención de niños y maestros de otros grupos, porque preguntaban sobre lo que hacíamos y eran los propios niños quienes les explicaban, lo cual les ayuda a afianzar lo que aprendieron.
La próxima semana trabajaremos con la elaboración de menús saludables y la reflexión sobre la alimentación que tienen, así como las propuestas de cambios en la misma. Si esto pudiera reflejarse también en casa sería excelente ¿No creen? Por supuesto que a muchos se nos hace más fácil preparar quesadillas o taquitos en vez de una ensalada, pero creo que con un pequeño esfuerzo y planeación, se puede lograr. Independientemente de los menús que elaboremos, que podrán observar en los cuadernos, me comprometo a compartirles por aquí algunas otras sugerencias o ideas
